miércoles, 12 de marzo de 2008

Se fue un grande


La verdad, doctor —dije al comenzar la sesión—, no sabía si venir o quedarme en casa mirando la tele. Después de todo —seguí— uno recurre a la terapia para estar mejor y yo, hoy, me siento feliz. No me pregunte por qué; no lo sé ni pretendo averiguarlo. Casi siempre, analizar las causas alcanza para perder el estado de gracia, sobre todo cuando es injustificado, como en este caso.


Tiene razón —respondió el psicólogo cortando el clima de alegría—, muchos motivos para estar contento no hay.


Intuí a mi terapeuta atravesando uno de esos típicos días negros pero, acostado en el diván, para salir corriendo se me había hecho un poco tarde. Tampoco es para ponerse así —intenté argumentar—, los indicadores económicos dicen que estamos mejor, avanzamos hacia ese país serio como lo prometió el presidente en su campaña.


¡No sea ridículo! —gritó mi analista. ¿Cómo puede ser serio un país en donde a la Casa de Gobierno se la conoce como "La Rosada" y es de color salmón? Iba a interrumpirlo porque el ejemplo me pareció un poco tonto, pero él no me dejó.


¿Cómo va a ser serio —dijo— un país en el que después de una denuncia por coimas en el Senado ningún senador pierde su cargo y el único que se queda sin trabajo es el arrepentido? ¿A usted le parece serio que durante todo el Mundial nos la pasamos sospechando de los árbitros y, al final, nos sentimos orgullosos porque la FIFA eligió para dirigir el último partido a un réferi argentino?


No llegué a contestarle, siguió y siguió. No es serio —agregó— que después de tantas campañas contra la falsificación y la piratería, se realice una feria de lo trucho a la que concurren cientos de miles de compradores. ¿Cómo me explica que siendo uno de los países con mayor índice de corrupción en el mundo, en nuestras cárceles, superpobladas, casi no haya presos por corrupción? ¿O que al hacer un allanamiento a un desarmadero ilegal de autos descubran que al frente estaba un comisario en actividad? ¿No le impresiona ver cómo mientras miles de agentes de policía se juegan la vida por un sueldo insignificante y no hay un peso para equipar las comisarías, tantos comisarios tengan cuentas en suiza? ¿Es serio ver a los mismos que aplaudieron de pie cuando se declaró el default, aclamar cuando se canceló la deuda con el FMI? ¿Recuerda a aquellos que en su momento elogiaron a Roberto Lavagna porque era el garante de un modelo económico exitoso? Bien, son los mismos que ahora lo defenestran. A propósito de Lavagna, tampoco es serio que frente a su denuncia de espionaje y teléfonos pinchados (situación que comparte con Mauricio Macri y el propio vicepresidente Scioli) no haya habido ninguna comunicación o desmentida oficial. Cómo estarán de desprestigiados los políticos que un cura confiesa que está enamorado y pasa a ser un candidato creíble.


Vea, Jorge —siguió mi terapeuta—, no es serio que, cuando la inflación baja, desde el oficialismo se festeje y, cuando sube, desde el mismo Gobierno se cuestionen las mediciones por mal realizadas.


No es serio que los industriales se pasen la vida pidiendo protección para sus indus trias y apenas se les presenta la oportunidad las venden a capitales extranjeros. Tampoco que los productores agropecuarios se quejen de las retenciones del Gobierno, pero defiendan la política gubernamental sosteniendo un dólar alto. Menos aún, fomentar el turismo en la Argentina para que después los hoteleros cobren en dólares. No es serio, después de recurrir a la Corte de la Haya, al recibir un fallo adverso por 14 votos a 1 escuchar al canciller diciendo "no vamos a aceptar la construcción de las papeleras". Mucho menos que funcionarios procesados no sean obligados a abandonar su cargo.


Mi terapeuta siguió dando ejemplos, pero ese fue el último que escuché; me distraje pensando que en ese momento, en la tele, estaban dando una película que no había visto.


Jorge Guinzburg, para clarin.



un grande sin dudas!!!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin palabras...una perdida invaluable como tantas otras que lamenteblemente son imposibles de reemplazar...
el unico pensamiento que me viene a la cabeza es...
¿Que serà del Periodismo sin humor innovador, zagàs e inteligente?
Ojala no sè pierda.
Valu nenuzca!! muy grosa esa cita... no tiene vencimiento...
besosssss :)
mechi

saltamdq dijo...

Es increíble...porque la gente realmente grosa se muere joven!?. Hay tanta gente al pedo, que sigue viva...y los que valen la pena nos dejan solos!!.

Adios a un grande entre los grandes.

MUY BUENO TU BLOG!!!...me colgué leyendo tus selecciones.

Besos

Anónimo dijo...

Otra vez se va gente con talento, porque no se mueren otros che, jajaja.

Un grande jorge, ahora estara riendose con castello en alguna nube, mirando como puteamos por perderlos.

pero sin dudas la gente que admiramos y apreciamos viven en nuestros corazones, por ende nunca lo olvidaremos.

Solo emprendio antes el viaje, ojala descanse en paz.

besos

Anónimo dijo...

se fue un grande!!. al que vamos a extrañar.

Que buen fragmento, es de uno de sus libros creo.

saludos

Anónimo dijo...

Valu la puta madre
te re quiero :D

Anónimo dijo...

Las mañanas ya no son las mismas, Jorge Guinzburg ya no está con nosotros. Dios estaba un poco aburrido y quiso sumar a su staff (Olmedo, Porcel, Tato Bores, Biondi, Minguito, Sandrini, sólo por nombrar algunos), a otro humorista genial.
Si alguna vez este petiso gigante te arrancó una sonrisa… ahora regalemos un pogo para él. Entonces, el lunes 17 todos al Obelisco en el pogo de las 12".